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Se acabaron las corridas en Cataluña

La última corrida en La Monumental de Barcelona ha empezado esta tarde entre prolongados aplausos a los toreros y gritos de "libertad, libertad" procedentes de un tendido lleno hasta la bandera y en estado de ebullición.

La emblemática plaza de toros de la capital catalana se despide este domingo del toreo con un cartel de lujo formado por el madrileño José Tomás, el extremeño Juan Mora y el catalán Serafín Marín, para una lidia que pondrá fin a casi un siglo de historia taurina de La Monumental.

Los políticos catalanes contrarios a la prohibición de las corridas de toros, que aprobó el Parlament en julio del año pasado y entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero, han acudido a la cita y, en declaraciones a la prensa antes de entrar en la plaza, han defendido su posición a favor de la fiesta taurina.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, ha dicho que "seguirá luchando" para que los toros vuelvan a Cataluña y ha recordado que su partido ha interpuesto un recurso ante el Tribuna Constitucional con este objetivo.

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, también ha acudido al coso barcelonés, a pesar de que ha reconocido que no es aficionado y nunca había ido a los toros en La Monumental.

"Vengo porque estoy en contra de las prohibiciones y porque los partidos que han votado la prohibición no lo han hecho para defender a los animales sino porque quieren romper con todo lo que tenga que ver con España", ha dicho.

Los alrededores de la plaza se han llenado esta tarde de aficionados y curiosos que se fotografiaban frente a La Monumental, mientras al otro lado de la calle Marina, colindante con la plaza, una veintena de antitaurinos se manifestaban contra las corridas como llevan haciendo desde años cada vez que hay un festejo.

Con pancartas de "Adiós" a los toros, una monumental esquela y gritos de "hasta nunca", los activistas antitaurinos, que este mediodía convocaron a un "brindis fúnebre" para saludar el final de los toros en Cataluña, permanecían en las afueras de La Monumental iniciada ya la corrida de la despedida.

En los últimos dos días, taurinos y antitaurinos han demostrado que los ánimos están encendidos, con intercambio de insultos, pero sin que llegar, al menos hasta el momento, a incidentes en los alrededores de la plaza donde se ha desplegado un dispositivo policial para evitar disturbios.

Unas veinte mil personas han acudido a la plaza de toros para el adiós de La Monumental a la fiesta taurina, si bien no hay representación oficial del Ayuntamiento de Barcelona. El propio alcalde, el nacionalista Xavier Trias, dijo ayer que nadie iría en representación del consistorio a esta última lidia.

 

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