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Prototype: hombre o monstruo

Prototype: hombre o monstruo
Ya está entre nosotros. Tras algunos retrasos y una fase de producción tan descomunal y larga como cabía esperar, tenemos en las tiendas Prototype, una de las más arriesgadas y espectaculares reformulaciones del género Sandbox. El juego que nos ocupa va más allá de lo que han ofrecido otros videojuegos recientes como Crackdown o inFamous, que también han tenido la intención de mezclar libertad con superhéroes, y logra una indudable personalidad merced a su protagonista y a sus poderes.

¿Significa esto que es mejor que ellos? No necesariamente. Prototype es un gran videojuego de acción al que, sin embargo, le falta algo del alma de la que precisamente carece su protagonista. Radical Entertainment sorprendió a propios y extraños con Hulk: Ultimate Destruction, y en su nuevo lanzamiento repite fórmula con gran acierto aunque con cierta falta de chispa.

La primera aventura de Alex Mercer, si será o no la última sólo lo decretará su éxito comercial, es un gran título de acción. Violentísimo, salvaje, desgarrador y con un sentido del ritmo admirable. ¿Algo repetitivo? De acuerdo. ¿Con una historia no demasiado cuidada? En efecto ¿Predecible? Posiblemente ¿A menudo caótico y confuso? Exacto ¿Pero al mismo tiempo disfrutable y adictivo? También de acuerdo.

Distrito Manhattan: Zona Catastrófica
Prototype da comienzo sin paños calientes. Tan a tumba abierta como irá el resto del videojuego. Tras una fastuosa e impresionante cinemática CGI que nos presentará a una autoridad tan vil y poco escrupulosa como cabe esperar en cualquier historia de superhéroes, Alex Mercer se introduce a sí mismo como monstruo y terrorista, sin que sepamos muy bien a qué obedecen esas palabras.
La ciudad de Nueva York ha sido arrasada, y nuestro héroe se atribuye las culpas. De alguna manera razón no le falta, pero esta situación de caos ha desatado su sed de venganza, y Mercer buscará responsables. Progresivamente vamos descubriendo más y más detalles sobre la historia de Prototype, aunque en ningún momento nos acabamos de sentir cautivados por una narrativa algo torpe.

Así pues la campaña individual, única oferta jugable del título, libera todo su potencial en 31 misiones principales que harán carburar la historia. Sin embargo todas cuentan con un corte muy similar en cuanto a sus características, y el guión que se describe en sus cinemáticas no tiene el gancho necesario para hacernos avanzar por el interés del devenir del protagonista o el resto de personajes del juego.
Por otra parte, y al contrario que en otros lanzamientos recientes de corte similar, en Prototype no hay cuestiones morales a valorar. El fin aquí sí justifica los medios, y poco importan los daños colaterales que nuestras acciones supongan en civiles o bienes materiales, lo que de verdad tiene peso es el cumplir con nuestra misión de venganza, sin importar qué o quién se interponga en nuestro camino sea culpable o inocente.
Liberando al Monstruo

Como decimos Prototype basa parte de su encanto en la progresión de Mercer que, de una forma bastante convencional, va liberando nuevos poderes cada vez más potentes y salvajes. En este sentido su originalidad es incuestionable, y es que contamos a nuestras espaldas con uno de los arsenales de poderes más imaginativos y variados que hemos visto en mucho tiempo.

Al comienzo del juego lo ideal será comenzar a centrarse en desbloquear unas acciones especiales que vayan en sintonía con nuestro estilo de juego. Si somos amantes del sigilo de poco servirá mejorar la fuerza, y si adoramos destruir todo lo que se pone en nuestro camino será bastante estúpido invertir esfuerzos y puntos de experiencia en características que nos permitan pasar desapercibidos. Más adelante, sin embargo, podremos liberar la práctica totalidad de habilidades especiales permitiéndosenos escoger en cada circunstancia la que más se adecúe a lo que la situación requiera.



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