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Urmía: La agonía de un lago

Urmía: La agonía de un lago

En el norte de Irán, cerca de la frontera turca y ubicado en la región del azerbaiyán iraní (sistemáticamente reprimida por las autoridades persas de Teherán) se encuentra el salado lago Urmía, uno de los más grandes del mundo. O al menos así era hasta no hace demasiado...

 

Carente de peces por su alta concentración salina, el lago Urmía es, no obstante, de gran riqueza ecológica, especialmente por servir de refugio a varias especies de aves migratorias como flamencos y pelícanos, que se detienen a descansar en sus pequeñas islas.

El paisaje es de una belleza innegable, y alrededor del lago los vecinos construyeron toda una industria del ocio que resultaba económicamente indispensable como complemento a sus actividades agrarias.

Pero ahora las cosas no son así. La persistente sequía, los excesos del desarrollo y sobre todo, políticas desastrosas de gestión del agua, están haciendo que el lago se vaya esfumando día a día ante la atónita mirada de los lugareños.

Ahora, el suelo salado (con capas de espesores entre los 60 y 70 centímetros) que atrapa a barcos abandonados, y la visión esquelética de embarcaderos expuestos al sol a cientos de metros del agua, que se bate en retirada, son causa de aflicción y tema de conversación recurrente en las casas de té de los pueblos ribereños.

La construcción de una carretera que enlazó dos ciudades situadas a este y oeste del lago, así como la puesta en marca de un elevado número de presas destinadas a dotar de agua a la agricultura, y para las que nadie realizó estudios de impacto ambiental, han obrado el desastre.

En la actualidad, tres quintas partes del lago se han secado y la saturación de la sal ha llegado a alrededor de 350 miligramos por litro, cuando en la década de los 70 era de 80 miligramos. Entonces los turistas solían acudir a las playas para bañarse en sus aguas curativas o para navegar entre las islas. Ahora los que visitan la zona se encuentran una meseta salada que está poniendo en peligro los campos de cultivo de sus alrededores.

Mientras tanto las autoridades persas, que no suelen preocuparse de los problemas de la minoría de lengua tuca azarí de esta región del norte, parecen comenzar a tomar en cuenta el problema.

Confiemos que estén a tiempo de revertir el proceso, ya que de seguir como hasta ahora, los expertos creen que el lago Urmía se secará por completo en 3 o 5 años.


Me enteré leyendo Yahoo news.

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